miércoles, 14 de agosto de 2013

Con el respeto por una idea

Newell’s cambió entrenador, se le fueron varias figuras, pero sigue por el mismo camino y jugando como lo hacía el equipo con Martino. El resultado es el gran triunfo 3-2 ante Boca como visitante.


Respetar una ideología futbolística. Tan simple y tan complejo a la vez, más en el ambiente del fútbol argentino. En el medio, sobresale la figura de un Newell’s diferente, que respeta su estilo, mantiene su identidad, más allá de cualquier situación de juego en el partido y a pesar de las muchas y sensibles bajas que ha tenido el plantel de cara a este campeonato.

La más importante de ellas ha sido, sin dudas, la salida del Gerardo Martino. El ex entrenador auguraba, luego de la caída en Copa Libertadores, que su futuro eran las vacaciones y su casa. Pero como no tentarse con una propuesta del Barcelona, quién lo llamó para remplazar a Tito Vilanova. Además, Vergini sigue en el fútbol nacional aunque se fue a Estudiantes, y la máxima figura Ignacio Scocco partió rumbo a Brasil para jugar en Internacional de Porto Alegre.

Tres ausencias claves, de lo mejor del último campeón, que también para este debut en el torneo no contó con Cáceres, Heinze (lesionados) y Maxi Rodríguez (con la Selección para el partido ante Italia). Una defensa nueva, con solamente Milton Casco sobre el lateral izquierdo. La presencia en la mitad del siempre importante en esta forma de juego Lucas Bernardi y un Pablo Pérez que da aire al equipo con la recuperación y también conduce.

Y pese a todas las ausencias, el equipo respetó su tradicional idea con la dirección técnica de Alfredo Berti –debut como DT de Primera. Tuvo algunos sobresaltos en el comienzo del encuentro de Boca, al que se lo vio mejorado en ciertos aspectos del juego asociativo respecto al que fue su debut con Belgrano, aunque con muchas fallas defensivas.

El equipo rosarino volvió a jugar con los extremos bien abiertos, con los laterales que se suman para contactar y crear superioridad numérica. Los volantes resistían la presión contraria y salían rápido hacia los costados. Después de un tiempo en el que le costó volver a entrar en sintonía con lo que habitualmente desarrolla, fue el de siempre aunque no logró una clara contundencia porque le faltaron los hombres que mayormente marcan la diferencia.

En lo que tiene que ver con el desarrollo del partido, Boca arrancó mejor con un golazo que marcó Blandi después de una gran asociación entre Riquelme y Martínez. Pronto lo empató Casco, llegando por sorpresa por detrás del lateral derecho local, Leandro Marín, y aprovechando una habilitación genial de Lucas Bernardi.

El volante ex Mónaco, al que el Tata Martino volvió a dar vida en este equipo y lo hizo volver a ser el que fue, acabó siendo la gran figura. Una técnica y una precisión notables a la hora de pasar la pelota y salir del rejunte de pies en el medio de la cancha con un pase corto, o también en largo para el pique de uno de los extremos.

El zaguero Daniel Díaz, quién volvió a Boca proveniente del Atlético de Madrid, volvió a anotar como en la primera fecha y volvió a poner arriba a los de Carlos Bianchi. Un golazo, desde la medialuna con una volea tras un rebote en una pelota parada. Así se fueron al descanso, aunque en los primeros 5 minutos del complemento todo cambiaría.

El atacante por la izquierda, Víctor Figueroa, hizo una gran jugada y la metió al área chica cuando toda la defensa salía. Dejó solo a Aquino, el centro delantero que volvió de una cesión para ser el sustituto de Scocco –Trezeguet llegó como incorporación y aun está en preparación física y futbolística- y que definió muy bien con un toque apenas por encima del arquero Orión.

Tan solo unos minutos después, el 9 ahora titular volvió a convertir. En una jugada otra vez iniciada por Bernardi, recibió un centro a su cabeza de Christian Díaz y cabeceó con un fuerza una pelota inatajable para el portero de Boca. Lo dio vuelta NOB en el inicio de la segunda etapa. Luego, lo supo aguantar mediante la posesión de balón y bien parado en defensa ante los embates del dueño de casa propios más del desorden ofensivo que de ideas claras.

El volante Pablo Pérez se encargó de marcar las diferencias entre lo que podía ofrecer el equipo con Scocco y lo que puede dar hoy en día con Aquino: "Scocco se tiraba atrás. Hizo inferiores de enganche. Aquino la aguanta y hace que los volantes vayamos a apoyar".

Por parte de Boca, volvió a mostrar un claro desorden defensivo, y una falta de sincronización de los cuatro del fondo con los tres del medio en el retroceso. Los laterales Marín e Insúa sufrieron más de la cuenta a sus espaldas y es un aspecto que claramente el equipo deberá mejorar. A favor, el rendimiento cuenta con que Martínez tiene el arranque y la velocidad de aquel jugador que era cuando actuaba en Vélez, y que Riquelme tuvo un buen partido en su sector de funcionamiento cerca del área.

Del otro lado, en el equipo que viene de realizar una enorme campaña, la idea no se traicionó y mostraron que quieren seguir por el mismo camino. Berti destacó que sus jugadores siguen jugando al igual que lo hacían con Martino, y el arquero Guzmán señaló que “la idea es no cambiar”. Hasta el momento, todo sigue igual en el campeón. Un gran triunfo en el debut, aunque esto recién empieza y deberán demostrar que, pese a los cambios, pueden continuar por la misma senda.

Nicolás Galliari

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