Newell’s cambió entrenador, se le fueron varias figuras, pero sigue
por el mismo camino y jugando como lo hacía el equipo con Martino. El resultado
es el gran triunfo 3-2 ante Boca como visitante.
Respetar
una ideología futbolística. Tan simple y tan complejo a la vez, más en el
ambiente del fútbol argentino. En el medio, sobresale la figura de un Newell’s
diferente, que respeta su estilo, mantiene su identidad, más allá de cualquier
situación de juego en el partido y a pesar de las muchas y sensibles bajas que
ha tenido el plantel de cara a este campeonato.
La más
importante de ellas ha sido, sin dudas, la salida del Gerardo Martino. El ex
entrenador auguraba, luego de la caída en Copa Libertadores, que su futuro eran
las vacaciones y su casa. Pero como no tentarse con una propuesta del
Barcelona, quién lo llamó para remplazar a Tito Vilanova. Además, Vergini sigue
en el fútbol nacional aunque se fue a Estudiantes, y la máxima figura Ignacio
Scocco partió rumbo a Brasil para jugar en Internacional de Porto Alegre.
Tres
ausencias claves, de lo mejor del último campeón, que también para este debut
en el torneo no contó con Cáceres, Heinze (lesionados) y Maxi Rodríguez (con la
Selección para el partido ante Italia). Una defensa nueva, con solamente Milton
Casco sobre el lateral izquierdo. La presencia en la mitad del siempre
importante en esta forma de juego Lucas Bernardi y un Pablo Pérez que da aire
al equipo con la recuperación y también conduce.
Y pese a
todas las ausencias, el equipo respetó su tradicional idea con la dirección
técnica de Alfredo Berti –debut como DT de Primera. Tuvo algunos sobresaltos en
el comienzo del encuentro de Boca, al que se lo vio mejorado en ciertos
aspectos del juego asociativo respecto al que fue su debut con Belgrano, aunque
con muchas fallas defensivas.
El equipo
rosarino volvió a jugar con los extremos bien abiertos, con los laterales que
se suman para contactar y crear superioridad numérica. Los volantes resistían
la presión contraria y salían rápido hacia los costados. Después de un tiempo
en el que le costó volver a entrar en sintonía con lo que habitualmente
desarrolla, fue el de siempre aunque no logró una clara contundencia porque le
faltaron los hombres que mayormente marcan la diferencia.
En lo que
tiene que ver con el desarrollo del partido, Boca arrancó mejor con un golazo que
marcó Blandi después de una gran asociación entre Riquelme y Martínez. Pronto
lo empató Casco, llegando por sorpresa por detrás del lateral derecho local, Leandro
Marín, y aprovechando una habilitación genial de Lucas Bernardi.
El volante
ex Mónaco, al que el Tata Martino volvió a dar vida en este equipo y lo hizo
volver a ser el que fue, acabó siendo la gran figura. Una técnica y una
precisión notables a la hora de pasar la pelota y salir del rejunte de pies en
el medio de la cancha con un pase corto, o también en largo para el pique de uno
de los extremos.
El zaguero
Daniel Díaz, quién volvió a Boca proveniente del Atlético de Madrid, volvió a
anotar como en la primera fecha y volvió a poner arriba a los de Carlos
Bianchi. Un golazo, desde la medialuna con una volea tras un rebote en una
pelota parada. Así se fueron al descanso, aunque en los primeros 5 minutos del
complemento todo cambiaría.
El atacante
por la izquierda, Víctor Figueroa, hizo una gran jugada y la metió al área
chica cuando toda la defensa salía. Dejó solo a Aquino, el centro delantero que
volvió de una cesión para ser el sustituto de Scocco –Trezeguet llegó como
incorporación y aun está en preparación física y futbolística- y que definió
muy bien con un toque apenas por encima del arquero Orión.
Tan solo
unos minutos después, el 9 ahora titular volvió a convertir. En una jugada otra
vez iniciada por Bernardi, recibió un centro a su cabeza de Christian Díaz y
cabeceó con un fuerza una pelota inatajable para el portero de Boca. Lo dio
vuelta NOB en el inicio de la segunda etapa. Luego, lo supo aguantar mediante
la posesión de balón y bien parado en defensa ante los embates del dueño de
casa propios más del desorden ofensivo que de ideas claras.
El volante
Pablo Pérez se encargó de marcar las diferencias entre lo que podía ofrecer el
equipo con Scocco y lo que puede dar hoy en día con Aquino: "Scocco se
tiraba atrás. Hizo inferiores de enganche. Aquino la aguanta y hace que los
volantes vayamos a apoyar".
Por parte
de Boca, volvió a mostrar un claro desorden defensivo, y una falta de
sincronización de los cuatro del fondo con los tres del medio en el retroceso. Los
laterales Marín e Insúa sufrieron más de la cuenta a sus espaldas y es un
aspecto que claramente el equipo deberá mejorar. A favor, el rendimiento cuenta
con que Martínez tiene el arranque y la velocidad de aquel jugador que era
cuando actuaba en Vélez, y que Riquelme tuvo un buen partido en su sector de
funcionamiento cerca del área.
Del otro
lado, en el equipo que viene de realizar una enorme campaña, la idea no se
traicionó y mostraron que quieren seguir por el mismo camino. Berti destacó que
sus jugadores siguen jugando al igual que lo hacían con Martino, y el arquero
Guzmán señaló que “la idea es no cambiar”. Hasta el momento, todo sigue igual
en el campeón. Un gran triunfo en el debut, aunque esto recién empieza y
deberán demostrar que, pese a los cambios, pueden continuar por la misma senda.
Nicolás Galliari
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