martes, 3 de septiembre de 2013

El nuevo alumno belga

Sobre la bocina. Tarde, deprisa y esperemos que bien. El run-run constante del verano en Manchester era ver que centrocampista se haría cargo de la manija del United. Mientras los red devils trataban de camelar a Cesc, los tabloides británicos se colmaban de suposiciones, de nombres y estilos opuestos: de Strootman a Thiago, pasando por De Rossi o Cabaye.

El vecino de al lado no paraba de sumar figuritas a su colección de lujo. Jovetic, Navas, Negredo y Fernandinho eran la recompensa de hacer los deberes pronto. Mientras tanto, los chicos de Moyes disfrutaban de sus vacaciones por Asia aprovechando el tirón de Kagawa y temiéndose que Rooney comenzase el curso en otro centro.

Llegaba la última semana de compras para la vuelta al cole y Moyes no lo terminaba de ver claro. La victoria en la Community Shield y la consecución de los seis primeros puntos en disputa de la temporada parecían indicar que el Manchester se conformaría con emplear el material del curso anterior . El Real Madrid ofreció a Özil por 45 millones, a lo que Moyes contestó con un "no, thanks" rotundo. Hoy los niños de Londres sonríen por ver al alemán de gunner.

El empate ante el Chelsea y la derrota ante el Liverpool cambiaron el panorama. El alumno se había dormido y quedaba poco tiempo, pero si Moyes compraba algo tenía que ser de confianza. Miró a Goodison Park y ofreció 28 millones por el pack de Baines y Fellaini. No hace falta decir que ambos jugadores se mostraron encantados con la proposición de su antiguo mentor, pero no así el club. De modo que David volvió a casa, despachó a Bebé -cedido al Paços de Ferrerira- e intentó llevarse a Khedira a Old Trafford por 50 millones. En Madrid no querían saber nada.

Mientras tanto, supuestos enviados del United daban tumbos por España. Se extendió por las redes sociales y medios de comunicación españoles el rumor de que directivos de los red devils iban a abonar los 36 millones de la cláusula de Ander Herrera, pero se desechó por motivos burocráticos. Más adelante se destapó que había sido un fake. Ferguson lloraba compungido en su casa viendo en qué se había convertido el equipo que le llevó 27 años construir.

Con la hora echándose encima y con los conocimientos cogidos con pinzas, Fellaini llegaba al United. Podría haber sacado un sobresaliente, pero se conformó con el aprobado raspado. Moyes hizo los deberes el último día y el fax con la tarea llegó a las 23:59. Veremos como cumple el centrocampista belga su primer curso en Manchester.

Fellaini posa con David Moyes

Juan Carlos Mateos del Amo (@JuanCarlosM_11)



0 comentarios:

Publicar un comentario