El Atlético de Madrid lleva cuatro años en un cielo de títulos y grandes estrellas. En sólo siete años ha dispuesto de grandes delanteros como Fernando Torres, Diego Forlán, el Kun Agüero, el tigre Radamel Falcao, y el guaje Villa.
Cuando salió Fernando Torres de la entidad, Agüero, Forlán, Simao o Ujfalusi entraban como recambios. Tras la etapa de Quique Sánchez Flores, no quedaba ninguno en el club. Jurado partió a Alemania, Forlán a Italia, Simao a Turquía y Agüero a Inglaterra. Con Manzano a la cabeza, Diego Ribas vino cedido del Wolfsburgo, Arda Turan aterrizaba desde el Galatasaray y, el fichaje estrella, Radamel Falcao, venía desde Oporto por 40 millones de euros. Dos años después, y con tres títulos debajo del brazo, el club colchonero no es capaz de dar el dinero que pide el Wolfsburgo por el brasileño, y el tigre sale rumbo a los petrodólares monegascos de Rybolovlev. Sus goles acabarán en las porterías francesas, mientras que el Guaje Villa intentará anotar los 75 goles que el colombiano anotó en dos temporadas.
Está claro que el Atleti ha acertado con los recambios de sus estrellas hasta el momento pero, ¿hasta cuándo continuará esta gestión? La pasada temporada el Cholo renunció a la Europa League, jugando con casi todos los suplentes para poder rendir durante la Liga, ser segundos durante la primera vuelta, y ganar la final de Copa del Rey. Este año, ante el desafío de la Champions League, e intentar plantar cara al dúo Madrid-Barcelona, se suma el dato de que hay más bajas que altas.
El Cholo Simeone es un entrenador capaz de convertir a Diego Costa, Filipe Luis, Gabi o Miranda en los mejores de su posición pero, ¿conseguirán aguantar el ritmo de las tres competiciones?
Alberto Molina
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