domingo, 18 de agosto de 2013

Tomás Vaclík, el heredero al trono de Cech

Stefanos Kapino, Alphonse Aréola, Francesco Bardi, Marc André ter-Stegen, Jack Butland... Nombres "familiares" para aquellos que siguen con frecuencia el fútbol en sus auténticas raíces, las categorías inferiores. Todos estos porteros comparten una característica, y es que, a priori, todos ellos se convertirán, con suerte, en unos años, en auténticas figuras del fútbol europeo. Hoy brillan como promesas. Mañana puede que lo hagan como estrellas.
En la República Checa también hay un portero de esta "familia" de prometedores guardametas. Se llama Tomás Vaclík, y nació hace 24 años, el 29 de marzo de 1989, en la localidad de Ostrava. Allí figura el Baník Ostrava, cuyo mayor logro ha sido proclamarse campeón de la Gambrinus Liga en la temporada 2003/04. Sin embargo, la carrera de Vaclik nunca ha ido ligada al club más famoso de su ciudad natal. De hecho, se formó en un modesto de su localidad de nacimiento, el ya inexistente FC Vítkovice. Allí llegó Vaclík en edad de juvenil, destacando, y consiguiendo su primera aparición con la selección checa Sub-16, en 2005.

Vaclík defendiendo la camiseta de la selección Sub-21 checa
Par de semanas antes de que el joven Vaclík cumpliera los 20 años, Alois Grussmann, entrenador del Vítkovice por aquel entonces, decidió darle la oportunidad de debutar en la Druha Liga, la categoría de plata del fútbol checo. Aquel día el Vítkovice venció por 2-1 Banik Most, y Vaclík había sido capaz de superar con solvencia su debut ante poco más de 200 personas. Aquel sería sólo el primero de los trece partidos que acabaría disputando Vaclík como titular en el marco del Vítkovice, lo que le llevaría a estar en boca de todos, por ser aquel guerrero con cara de niño capaz de deslumbrar en los fríos campos de la segunda división checa.
Las llamadas no dejarían de llegar a Ostrava. Tras haber debutado un año antes con la selección Sub-18 checa, esta vez era la Sub-19 quien le convocaba como primera opción en la portería para el Campeonato de Europa que se disputaría en verano de 2008 en la propia República Checa. Vaclík aprovecharía una oportunidad única, y como suele ser habitual en jugadores con auténtico talento, Vaclík usaría el Europeo como escaparate para mostrarse al fútbol europeo, captando las miradas de algunos clubes importantes, como el Udinese, principal interesado en el joven guardameta checo.
Presente y futuro de la portería checa. Petr Cech (izq.) y Tomás Vaclík (der.)
Llegaría septiembre y todo seguiría en su sitio. Vaclík seguiría en el Vítkovice, donde su nombre aparecería en hasta 19 ocasiones en el once inicial, lo que le conllevaría a ser llamado por el combinado Sub-20 nacional, para disputar el Mundial de la categoría, que se celebraría en 2009 en Egipto. Nuevamente las actuaciones de Vaclík llamarían la atención de los aficionados al fútbol, y más aún cuando él solo estuvo a punto de eliminar a Hungría del Mundial, parando dos penaltis en la tanda de octavos de final, a una selección húngara, que posteriormente acabaría en el tercer puesto del torneo.
Anteriormente Vaclík ya se había apoderado de la titularidad en la escuadra Sub-21 checa, por lo que podía presumir de ser, con 20 años, uno de los pocos guardametas de la nación en haber vestido la elástica nacional en todas las categorías inferiores.
En julio de 2010 Vaclík daría un nuevo paso en su carrera, fichando por el Viktoria Zizkov, equipo en la Druha Liga en aquel momento, y en el que el prometedor guardameta volvería a relanzar su trayectoria, lo que le valdría para estar a punto de fichar por el De Graafschap un año después, aunque finalmente no superaría las pruebas médicas en el club holandés.
Quién sabe si por cuestión del destino o no, pero par de meses después, el Sparta Praga, el mayor equipo del fútbol checo, campeón de la Gambrinus Liga en 11 ocasiones desde su cración en 1993, se interesaba por Vaclík, firmando al portero de 20 años en enero de 2012.
Desde entonces, el progreso de Vaclík ha sido meteórico, haciéndose con la titularidad en uno de los clubes con más historia del fútbol europeo, y dando cada vez más de qué hablar con sus sensacionales actuaciones por Europa.
Con apenas 24 años ya se ha convertido en un indiscutible en el once del Sparta Praga
Innumerables cualidades posee el portero, que para muchos es, de largo, el que más futuro tiene en la nación checa. Con su 1,89 de altura es todo un cerrojo en los balones aéreos. Seguro, decisivo en las salidas, ágil bajo palos, rápido y eficaz en situaciones de uno contra uno. Se puede decir que lo tiene todo, y que lo único que se puede esperar de él es que el tiempo y la experiencia le ayuden a corregir pequeños fallos, típicos de cualquier portero joven.
Muchos aseguran que se trata del relevo natural de Petr Cech en la portería de la selección checa. Hay quien cree que puede acabar en un equipo de la élite europea. Lo cierto es que a día de hoy, se trata de uno de los porteros con más futuro en el viejo continente, donde ya ha tomado el dominio de una portería estelar como es la del Sparta Praga, donde ya ha comenzado la búsqueda de su objetivo, convertirse en el heredero al trono de Petr Cech.



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