lunes, 16 de septiembre de 2013

“¿Bien o mal vendido?”



La tormenta amainó y la calma chicha se apoderó de las tertulias radiofónicas y de la tinta de panfletos varios. El alemán de ascendencia otomana decidió el camino fácil: “Coge el dinero y corre”. Y, al igual que en el clásico de Allen, el arma (en este caso, motivo) utilizada en su huida, acabará convirtiéndose en ampollas de aire.

Que el tipo tenga una clase fuera de lo común es irrefutable. ¿Que ha hecho auténticos partidazos con el Real Madrid? Igual de indiscutible. ¿Que era, ha sido y será más irregular que el ciclo reproductor vacuno? Seguro. ¿Qué tenga la temperatura corporal similar a la de un calamar? También.

"Y ahora, una buena cerveza ...."
Resulta evidente el problema de este jugador, como el de tantos otros que mis, cada vez más cansados ojos, contemplan: la irregularidad. Jugador que, además de sus vicios consabidos con la nicotina, ha demostrado ser incapaz de completar cinco partidos consecutivos a alto nivel. Su nivel. Y eso, a mi entender, en un Club de la exigencia del que habita en Concha Espina, no es un buen aval. Un tal José María Gutiérrez, “Guti”, adolecía del mismo mal. Jugaba a borbotones, alternando detalles de auténtico artista con acciones estúpidas que, a la postre, influían en el devenir de su equipo, dentro y fuera del césped. 

Antes de cristalizar definitivamente el fichaje del galés, advertí que no era el “Fideo” el gran perjudicado por su llegada, sino que, viendo la actitud del argentino, era el alemán el que tendría que espabilar o ser el próximo “Kaká”. Uno y otro decidieron coger caminos distintos: la raza y furia de Rosario contra la complacencia y parsimonia turco-alemana. Ni un solo partido hay en mi recuerdo en el que, pasado el minuto 65, no viera su cara descompuesta por falta de oxígeno.

Dicen las “entendidas” y no por ello, alejadas de la perfidia, lenguas que, su representante y a la vez progenitor, meses ha que llamaba al timbre del Presidente para solicitar un aumento de sueldo (ésos tan de moda ahora). Si no es cierto y, la razón, como dice este señor, es que “se le ha faltado al respeto y no había confianza en su hijo”, ¿de un día a otro decides marcharte al Arsenal y no al Manchester United? Este plato llevaba cociéndose a fuego lento desde hacía tiempo, esperando el momento justo de servirlo.

"Al Aaaarsenal?"
El Arsenal gana a un tipo peculiar y con “duende” para su causa. Pero también se mete en el bolsillo un mechero que, en cualquier momento, habrá que recargar porque no de la llama que imaginabas. Tal vez me equivoque, pero, por mucho que Mesut declare “haber subido un escalón”, todos sabemos que lo ha descendido única y exclusivamente movido por dos recompensas: dinero y titularidad en Brasil 2014. Año de Mundial, año de plagas y enfermedades raras y variopintas en los jugadores.  Idas, venidas y vueltas a casa.

Suerte Mesut. El que suscribe, cree que ambas partes os habéis equivocado.

@disparatedeJavi
Javier Ferrer 

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