3. Real Madrid:
Iker Casillas; Álvaro Arbeloa (m.46, Daniel Carvajal), Sergio Ramos, Pepe, Marcelo (m.74, Nacho Fernández); Mesut Özil, Sami Khedira, Luka Modric (m.72, Casemiro), Isco (m.85, Álvaro Morata); Ronaldo y Karim Benzema (m.69, Ángel Di María).
1. Chelsea:
Petr Cech; Gary Cahill, John Terry (m.75, César Azpilicueta), Ashley Cole, Branislav Ivanovic; Frank Lampard (m.46, Kevin De Bruyne), Ramires (m.74, Andre Schürrle), Marco van Ginkel (m.74, Michael Essien), Eden Hazard; Oscar (m.46, Victor Moses) y Romelu Lukaku (m.46, Fernando Torres).
Goles: 1-0, m.14: Marcelo. 1-1, m.16: Ramires. 2-1, m.31: Ronaldo. 3-1, m.57: Ronaldo.
Árbitro: Edvin Jurisevic. Amonestó a Gary Cahill, Álvaro Arbeloa, Frank Lampard.
La pasada madrugada asistimos al que mucho denominaban el partido del “Mourbo”. El partido entre el Real Madrid y el club de su anterior técnico.
Pero pocos pensaron en que era el partido del actual técnico del Real Madrid contra su anterior técnico. El de Essien contra su anterior club. El de Mata con el club que le vio hacerse mayor. El de Torres contra su máximo rival. Etc.
Y así comenzó el espectáculo, con todos los focos esperando los gesto y formas de José Mourinho. El portugués esquivó con su característica maestría los focos.
El espectáculo que montó la organización en la previa del encuentro es digna de cualquier Superbowl. Y deja a la altura del betún las previas y presentaciones de los equipos en cualquier liga europea. Y sobre todo a la española. La LFP es un producto tremendo, pero con una pésima gestión de imagen. Es un producto casposo, cañí. Y muchos de los problemas económicos de la cual vienen por ese motivo. Deberíamos mirar hacía los que saben y empezar a vender nuestra Liga como lo lleva tiempo haciendo la Premier o la Bundelisga.
Pero vayamos al grano, al partido, al balón. El partido empezó como se esperaba, como se preveía en el papel. El Real Madrid con un once lleno de talento. El Chelsea con hombres rápidos y un centro del campo bien armado.
Por lo tanto el balón fue del Madrid. El cual domino la primera meda hora con mucho dinamismo, intensidad. Tocó mucho, rápido, fácil y directo. Nada de dormir el partido, de marear la perdiz. Es cierto que no tuvo ocasiones claras y que le faltó profundidad. Algo que se espera sea la tónica de esta temporada debido a la falta de un delantero referente. Un hombre que le dé profundidad al equipo.
En esas llego el primer gol del Madrid, en una gran diagonal de Marcelo, que recibió un balón entre líneas y definió después de una gran maniobra para deshacerse de Ramires. El brasileño terminó muy en forma la pasada temporada e hizo una gran Confecup. El club ha confiado en él. Los aficionados esperan mucho de él. Y si logra un buen tono físico será un hombre clave en el Madrid de Carletto. El defensa celebró muy efusivamente su gol y levantó las suspicacias de una posible celebración dedicada a Mourinho. 1-0.
El Madrid seguía dominando el encuentro, pero un par de minutos más tarde, el Chelsea se repuso en el marcador. Una grandísima combinación de paredes entre Óscar, Ramires y Lukaku, acabó permitiendo colarse al medio centro brasileño entre Ramos y Pepe. Plantarse solo frente a Casillas y definir por alto con calidad. 1-1.
El Chelsea no jugaba bien, pero estaba en el partido. El Madrid se empezó a sentir incómodo y ahí apareció Cristiano. El luso venía extramotivado al encuentro, debido al “Real one” de Mou . Y en esas empezó a abandonar esa posición de segundo punta, caer a bandas, retrasarse unos metros para recibir. Pero los jugadores del Chelsea se emplearon con dureza con él, no le dejaron darse la vuelta y recibió varias feas patadas. Y en una de esas faltas llego el segundo gol del Real Madrid.
CR lanzón con maestría el libre directo, superando por arriba la barrera dispuesta por Peter Cech y colocando el balón cerca de la escuadra evitando la estirada del internacional checo. 2-1.
A partir de ahí el Chelsea empezó a ganar terreno en el centro del campo y el partido se estanco en cuanto a intensidad. En esas llegó el descanso.
En la reanudación los tres cambios de Mourinho y la frescura de los recién entrados hicieron que el Chelsea comenzase a dominar el centro del campo, a ganarle la batalla física a la pareja compuesta por Modric y Khedira y tomo la iniciativa.
Dispuso de dos importantes ocasiones. Ambas por medio del belga Eden Hazard, del que Mourinho y la afición Blue esperan mucho, pero al que le está costando demostrar su tremendo en Londres.
La primera ocasión fue un disparo lejano, que acabó desviando a córner Iker de manera poco ortodoxa. Y la segunda fue un balón bien filtrado en profundidad de Ramires a la diagonal del extremo belga. Éste se encontró mano a mano con el capitán blanco, buscó el gol por abajo y Casillas aguanto bien de píe y gano la partida.
Rondaban los primeros 10 minutos de la segunda mitad y el Real Madrid no se encontraba cómodo con el nuevo estado del encuentro. Pero en una de las pocas veces que logró pasar con balón controlado el centro del campo, acabó abriendo a banda a Isco. El malagueño levantó la cabeza y vio llegar a Cristiano en carrera. Y como si de un Alley hoop de Sergio Rodriguez, le colocó el balón en la cabeza. El luso en carrera, con un remate de cabeza imperial, batió a Cech de nuevo. 3-1.
Cristiano Ronaldo, rompía así el encuentro, dejaba claro quién es al actual Ronaldo del mundo del fútbol. Y dejaba al descubierto las dos caras del mejor y el peor Ronaldo.
La buena cara tratando con cariño, educación y comprensión a un joven aficionado que saltó al terreno de juego a abrazar a su ídolo. El portugués abrazo profundamente al espontáneo y le pidió a los miembros de seguridad la comprensión con el chico.
La buena cara tratando con cariño, educación y comprensión a un joven aficionado que saltó al terreno de juego a abrazar a su ídolo. El portugués abrazo profundamente al espontáneo y le pidió a los miembros de seguridad la comprensión con el chico.
La otra cara de Ronaldo la vimos al celebrar sus goles. Floreció su imponente ego, ese que le llevó a estar triste a principio de la pasada temporada. Ese que le hizo perder la Liga al Real Madrid. Y ese que le llevará a no ser el mejor de nuevo si no sabe controlarlo.
A raíz del tercer gol comenzó el baile de cambios de Ancelotti. Se compensó el plano físico y el Real Madrid volvió a tener el control del partido. Buenos minutos de Di María, Casemiro y Nacho.
En líneas generales pudimos ver a un gran Real Madrid. Un conjunto blanco intenso, dominante y muy equilibrado. Que deberá ajustar la línea de centrales (Ramos y Pepe estuvieron muy por debajo de su nivel). Buscar soluciones a jugar sin referencia. Y sobre todo mejorar en el plano físico.
En cuanto al Chelsea, tiene un grave problema. Mourinho cuanta con una plantilla en la que los jugadores están más pasados que un filete con moho o más verdes que Hulk. Y el técnico luso tiene por delante un tremendo trabajo para compensar y aunar lo mejor de la experiencia y la juventud. Pero que nadie dude que lo vaya conseguir, a él le va eso, y en eso, es el mejor.
Carlos Liroz
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