La
historia del pueblo serbio se remonta a siglos y siglos atrás, exactamente al
siglo II, cuando una tribu llamada serboi
habitaba el territorio de Sarmacia, al norte del Cáucaso. Ese fue el germen de
un país, una población, una gente luchadora y guerrera. Esto es algo que
podemos extrapolar al deporte, todos conocemos ese gen competitivo que tienen
todos los equipos balcánicos, sea en fútbol, baloncesto, waterpolo o ajedrez.
Nosotros nos vamos a centrar en Serbia, un país que como selección nunca ha
cosechado éxitos en los grandes torneos, pero que siempre exporta jugadores de
mucha calidad, y en caso de no destacar por su calidad, el rigor táctico y la
garra eran características de estos futbolistas.
En
Lisboa han echado el ojo a la cantera serbia, y muchos son los jugadores que
están llegando al Benfica desde tierras balcánicas para darse a conocer en el
panorama europeo. Futbolistas de distintas posiciones, de distinto perfil, pero
que están dejando muy buena impresión en este inicio de temporada. Excepto Nemanja
Matić, el resto de jugadores que forman la colonia serbia de da Luz han llegado
este verano: Stefan Mitrović, Ljubomir Fejsa, Filip Đuričić, Miralem Sulejmani
y Lazar Marković.
A
Nemanja Matić, a poco que uno siga el fútbol internacional, le conoce. Un
auténtico todoterreno en el centro del campo benfiquista, aporta trabajo,
calidad a la hora de distribuir el balón, llegada, y un sinfín de buenas
cualidades que hacen de él uno de los mejores centrocampistas del fútbol
europeo. En verano se llegó a hablar sobre una posible oferta de 40 millones de
euros del Chelsea de Mourinho. El último en llegar a la disciplina encarnada ha
sido Fejsa, y en tan sólo dos partidos (sólo uno de titular) se ha ganado el
respeto, haciendo un gran trabajo en el doble pivote junto a Matić, aunque si bien
es cierto que cuando ambos están sobre el verde, el nivel de construcción de
juego disminuye, ya que ambos son futbolistas de trabajo y despliegue físico
más que de creatividad.
Si
avanzamos unos metros en el terreno de juego nos encontramos con tres jóvenes
promesas de calidad, serbias también, por supuesto. Đuričić llegó a Lisboa como
uno de los grandes fichajes del verano para el Benfica, procedente de la Eredivisie,
en la que estuvo cuatro años defendiendo la camiseta del Heerenveen, realizando
grandes actuaciones. No ha comenzado la temporada bien, quizás no se ha
adaptado aún a su nueva vida en Portugal, aunque ayer ya se estrenó como
goleador encarnado haciendo el primer tanto en la victoria por 2-0 ante el
Anderlecht, en el primer partido de la fase de grupos de la Champions League.
Si Đuričić es joven (21 años), Lazar Marković lo es más aún, tan sólo 19
primaveras tiene este rapidísimo canterano del Partizan que incluso ya ha
debutado con la selección serbia. Marković llegó sin hacer tanto ruido, más
como un fichaje de futuro, pero su buen arranque de temporada ha sorprendido a
propios y extraños. Suyo fue el golazo con el que el Benfica consiguió empatar
ante el Sporting CP en el derbi de Lisboa: https://www.youtube.com/watch?v=uZn2aOqEHAc
. El último en discordia de este trío es Sulejmani, el serbio nunca llegó a “romper”
en el Ajax, y seguro que este cambio de aires le viene bien. Su inicio de
temporada no ha sido el mejor, la competencia en su posición es muy grande, y
algún que otro problema físico le ha impedido estar disponible para Jorge
Jesús.
Por
último, hay dos serbios más que han llegado este año a la disciplina encarnada.
Al primero ya le nombrábamos anteriormente, Stefan Mitrović. Este central de 23
años llegó a da Luz para intentar luchar por un puesto en el once titular,
aunque partía como suplente, pero la no salida de Garay y de Luisão le han
cerrado las puertas, por lo que en la actualidad está jugando con el filial benfiquista
en la Liga Cabovisão, la segunda división del fútbol portugués. En el “B” de
las águilas comparte vestuario con otro cachorro serbio, Uros Matić, hermano de
Nemanja. El pequeño de los Matić comparte posición con su hermano, aunque aún
está un poco más verde, por eso desde que se conoció su fichaje se contaba con
él para el Benfica B.
Hasta
siete jugadores serbios en la disciplina benfiquista, cinco de ellos en el
primer equipo, unos más asentados que otros, y otros en el segundo equipo
buscando una oportunidad con los mayores. Estos son los serboi de da Luz,
jugadores trabajadores, competitivos y de calidad, que pretenden ayudar al
Benfica a cumplir sus objetivos y a la vez crecer como jugadores. Por cierto, Novak Djokovic también es benfiquista...
0 comentarios:
Publicar un comentario